En una ocasión, Konstantin Volkov regresaba de noche a su hotel en los lagos Chistye. Llovía y hacía fresco, un tiempo típico de otoño. Volkov iba caminando y, de repente, escuchó un sonido metálico al otro lado del parque. Echó un vistazo al reloj. Eran las tres y veinte. Bajo la luz del proyector, Ali al Mohamed, miembro de la familia real de Baréin, creaba su escultura. “Ali, ¿por qué no duermes?”, le pregunto Volkov asombrado. “Inspiración”, respondió el escultor crípticamente. Cuando el maestro está inspirado, ni noche, ni mal tiempo le pueden molestar. El artista siente en sí una motivación muy fuerte y la inspiración llega como un relámpago.

A 600 km. de Moscú, en la Región de Penza, a orillas de los lagos Chistye se encuentra un lugar donde los artistas y escultores de todo el mundo llevan una vida de ensueño. Aquí no tienen que pensar en comida, hogar o materiales para sus obras. Lo tienen todo preparado. Su objetivo es liberar su fantasía. Crear cuadros, esculturas; cortar y soldar metales; procesar mármol. Después de un mes de trabajo creativo, abandonan este lugar, pero aquí, en el parque y la galería “Art–Penza”, quedan los frutos de su inspiración: ángeles y caballeros, bellezas y sátiros, dragones y centauros, rostros y cuerpos perfectos.

El primer grupo de escultores visitó los lagos Chistye en septiembre de 2008 para tomar parte en el simposio internacional “Otoño. Penza. Inspiración.” “Era la temporada de lluvias, aquí solo había un solar donde se construían edificios, pero ya en aquel momento muchos sentían ahí una ola de inspiración”, – recuerda Yuriy Tkachenko, el director del parque de esculturas.

En aquellos tiempos Tkachenko era un docente de la Universidad de Arquitectura y Construcción de Penza y tenía un sueldo modesto de profesor. Todo cambió cuando Volkov le propuso organizar en Penza el simposio internacional de escultores. Tkachenko dejó la Universidad y accedió al cargo de director del parque “La Leyenda”.

Él empezó a esculpir este parque como si fuera una obra y ya no pudo parar. Para Tkachenko, este lugar es una fuente de nuevas ideas y sentidos. Él viaja mucho, imparte clases e inspira a nuevos seguidores con las ideas de “La Leyenda”. Este escultor ya tuvo muchas oportunidades de emigrar al extranjero, pero él ya no se imagina su vida sin los lagos de Penza. Por eso compró una casa en los alrededores.

Durante los 9 años posteriores a su fundación, con motivo de diferentes simposios y festivales, visitaron este parque cerca de 500 artistas y escultores de 68 países. Los simposios artísticos se celebran por todo el mundo, pero las auténticas leyendas y nuevos talentos de arte contemporáneo buscan la oportunidad de visitar específicamente Penza. ¿Por qué los lagos Chistye se convirtieron en centro de atracción para las mentes creativas?

Pierre Karam, graduado de la facultad de escultura de la Academia de Arte de Kiev y ahora uno de los escultores más famosos de Líbano, ha visitado ya en tres ocasiones Penza. Él llama a estos días pasados aquí como los mejores de su vida y sueña con volver a “La Leyenda”. Aquí sientes el trabajo de otra manera, – explica Karam, – profundizas por completo en una atmósfera creativa, interactúas con gente orientada a tus mismos objetivos, te emociona el flujo de nuevas ideas y creas la obra con la que soñabas hace mucho”. Karam dejó tres esculturas perfectas de mármol y bronce, tres símbolos de belleza y amor. Al regresar de Penza, Karam recibió numerosas propuestas para proyectos, con precios muy altos.

Un famoso artista y escultor francés Pierre Debien, autor de “Rinoceronte azul” y maestro del modelado, también opina que no hay ningún otro lugar donde sentiría una motivación espiritual como en “La Leyenda”. “Es un levantamiento fantástico de inspiración y eficacia”, – comenta el artista y nos asegura que va a volver a Penza. Lo mismo contó el profesor de la Universidad de Boston y el escultor Batu Sikharulidze. Nació en Georgia, pero vive desde hace más de 20 años en Estados Unidos. Él casi no viaja, pero con Penza hace una excepción. Aquí olvida el cansancio y trabaja todo el día para regalar al parque dos grandes esculturas.

Los lagos Chistye influyen de la misma manera positiva en los pintores. Según Valentina Dusavitskaya, directora de la galería “Art–Penza”, habitualmente un pintor crea dos o tres cuadros al mes, en algunos casos cuatro; pero aquí se sienten capaces de mucho más. ¿Cuál es el motivo? La naturaleza, la energía del agua, el aire puro, la atmósfera creativa o todo ello; pero muchos afirman que aquí crearon las mejores obras de su vida y están listos para volver a Penza en más ocasiones y sentir todo esto de nuevo, comenta Valentina Dusavitskaya.

Cada madrugada el indio Basu Ganesh llega al manantial. En la parte lejana del parque hay un fuente de agua muy profunda. “Dicen que aquí debajo de la tierra se conserva el resto de un mar grande antiguo. Me alimento con la energía de este lugar pero todavía no puedo entender de dónde sale: el agua, los cantos de los pájaros, el brillo de los colores... Parece que me inspira todo el ambiente”, – cuenta el pintor.

El estilo propio de Ganesh de crear cuadros consiste en “soplarlos” a través de un pequeño tubo. El pintor ya ha creado escuela. Para “soplar” al cuadro necesitas los pulmones de un soplador de vidrio. Sus cuadros transmiten el calor de su aliento. Se considera a sí mismo como una persona muy feliz porque puede viajar por todo el mundo y hacer todo lo que da la gana. Mientras Ganesh sopla los cuadros en Penza, su exposición viaja por toda Europa.

De vez en cuando los pintores pierden su energía creativa. ¿Cómo luchar contra el agotamiento? Según Tkachenko, en los lagos Chistye nunca hubo problemas con la inspiración, aquí el mismo aire es muy rico en energía creativa y gracias a eso a los pintores se les ocurren las soluciones e ideas más increíbles.

La fuerza del arte y la simple belleza de la Rusia central curan no solo el alma, sino las enfermedades físicas también. Otro pintor indio, Barua Utpal, llegó al simposio de los lagos Chistye después de un infarto. Se movía en una silla de ruedas y su mano izquierda casi no funcionaba. Le ayudaron la acupuntura y la vista de su apartamento a un bello conjunto de abedules, el lago y las chicas morenas en su orilla. Su mano empezó a funcionar de nuevo y salió de Penza ya sin silla de ruedas. Pronto Barua Utpal viajó a Pekín donde ganó la medalla de oro en la Olimpiada de Bellas Artes. Su cuadro de siluetas de chicas en bikini rojo nos recuerdan este milagro.

Estos bloques de granito de varias toneladas se pueden llevar de la cantera solo con un camión, pero en los lagos Chistye cada niño puede manejarlos como si fueran pelusas. Así en “La Leyenda” nacieron las instalaciones de las piedras en movimiento creadas por el escultor francés François Weil. Este maestro cuyas exposiciones se estrenan mensualmente en las galerías más prestigiosas de Europa, visitó Penza dos veces. Al volver de Rusia, Weil recibió una invitación para organizar la exposición de piedras en movimiento en el famoso castillo Chateau de Chambord, donde hace mucho había trabajado el propio Leonardo da Vinci.

Su compatriota Vincent di Vinchenzo también tuvo suerte al acabar en Penza su obra de acero inoxidable de 8 metros: recibió la invitación del Museo del Louvre. Ahora, en la cuidad de Lens, en la filial del museo francés tiene su propia exposición fija. “¡Es un simple milagro!”, – asegura Vincent.

Estos milagros son frecuentes para “La Leyenda”. Los artistas encuentran en sí mismos nuevas formas de su propio talento. Los escultores empiezan a crear cuadros como intentó, por ejemplo, un argentino: Juan Carlos Bejarano, profesor de arte en la Galería Nacional de Arte de Juan Yapari. Las series de sus cuadros “Historia de una familia”, “Reencarnación de una mujer” y “El tiempo” sorprenden al público con su profundidad y sensualidad provocando una tormenta de emociones: de la sonrisa a las lágrimas sinceras. «“La Leyenda” me inspira con su belleza, tamaño y atmósfera creativa, contaba el maestro, Incluso en Argentina, país tan lejano de Rusia, mis amigos-artistas conocen el parque y lo consideran una de los mejores colecciones de arte contemporáneo».

Leticia de Baseler, la fascinante escultora de París, hizo una prueba de pintar en Penza y luego ganó dos concursos internacionales con sus obras. Además cambió su estilo creativo: antes ella nunca había usado láminas de metal y bronce, pero en “La Leyenda” se atrevió a trabajar con materiales nuevos. Ahora sus obras son unas de las más populares entre los visitantes del parque.

La artista Anca Musat también sintió una inspiración y creó su propio alfabeto que usa para decorar sus obras. Pero en sus cuadros no se repite ni una sola letra. Su “Arbol dorado” es una joya de “Art-Penza”. Los galeristas de París se pelean ahora por invitar a Anca y poder exponer sus obras.

El famoso escultor chino Liu Yang no solo creó en Penza un nuevo estilo de contrastar la escultura metálica pintada con la superficie oxidada, sino también fundó la Alianza de los Simposios Internaciones de Escultores del Mundo encabezada por Penza.

Cuando se detiene la máquina de soldadura por debajo del techo de un hangar enorme se oyen los gritos fuertes de los vencejos. El escultor bielorruso Valentin Borzdiy sonríe – le parece fácil trabajar con el ruido de estas aves. “De Moscú a Vladivostok no hay ningún otro lugar con un manojo parecido de energía creativa”, – asegura Borzdiy. El rostro de su “Sirena”, híbrido legendario de mujer y ave, se parece a la estrella de Hollywood Angelina Jolie y al “Avatar” de David Cameron al mismo tiempo.

En las manos de su colega francés Ferreira Thierry se encuentra el modelo de la obra “La casa mágica”. Todas las partes ya están hechas, falta solo construir una sola composición de siete metros, una casa plegable. Las obras de Thierry se exponen en Brasil, Argentina, Francia, Holanda, Portugal, China. “La casa mágica” es su debut en Rusia.

Cada maestro tiene su estilo único. Moussa Kaba de Burkina Faso, un africano enorme en pantalones envejecidos, era el único escultor que fundió el bronce en el horno casero hecho con el uso de tecnología del siglo XVI en vez de usar el horno de colada. Pidió llevar estiércol de elefante para hacer las formas, pero solo encontró el de caballo. Mientras fundía el bronce, Moussa rezaba tan fuerte que a “La Leyenda” llegó una tormenta, un tornado y un aguacero horrible.

Emil Adamets, uno de los escultores checos más famosos, crea sus obras con un lanzallamas. Cuando Emil está trabajando, es mejor no acercarse a menos que 10 metros, las astillas caen por todos los lados y el ruido parece el de un motor de reacción. Este escultor vive en Hong Kong, pero en su propio mapa de los lugares donde están sus esculturas están marcados todos los continentes. Siendo miembro del Partido Monárquico de la República Checa, Emil decidió presentarse a las elecciones presidenciales y, en caso de vencer, transmitir el poder al monarca. Finalmente no alcanzó la presidencia y sigue haciendo lo que mejor sabe hacer.

A la entrada se encuentra la escultura “Si, besa”. Su autor, el belga Thierry Lauwers, un enorme flamenco con barba. Resultó que detrás de esta apariencia rusa se esconde un corazón sensible y romántico. Bajo una sensual influencia, el australiano Dago Franco y la alemana Susann Paker crearon juntos la escultura “Amor y fuego”. “La base de la composición se forma por el dios del amor Cupido y su parte superior, por la diosa Venus. Para mí, el amor significa la lucha, el fuego y la pasión”, señala Franco. Es interesante que él mismo sea el autor de Venus, y Paker, de Cupido.

La idea de “La Puerta” del escultor búlgaro Vassilev Milen era demostrar la frontera entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, la guerra y la paz, el amor y el odio. La escultura vive su propia viva siendo ya uno de los símbolos del parque. Cerca de ella muchos piden deseos y, como cuentan después, se cumplen. Los novios se hacen fotos con “El Amor”, del coreano Kim Bon Su. La mano de mármol parece el corazón. Ya existe un augurio: si te haces un selfie con esta escultura, no tendrás problemas famliares.

En los lagos “Chistye” se encuentran muchas piedras “vivas”: más allá de las esculturas blancas de mármol y los bloques de varias toneladas en movimiento en las orillas del lago, en la llanura blanca de astillas de mármol, se asoman siete grupos de piedras. Son granitos elaborados de Carelia, rojos y verdes bloques de Daguestán, mármol de los Urales. Aquí desaparece todo el nerviosismo de cotidianidad y no es casual. Según los budistas zen, el jardín japonés de piedras transmite silencio, paciencia y contemplación.

Los lagos “Chistye” cuentan con el jardín de piedras más grande: 45 a 20 metros. Su autor Satoru Takad,a es uno de los más famosos escultores de Japón. En el 2008 Takada visitó Penza por primera vez con motivo del simposio y, a partir de aquel momento sigue volviendo a esta ciudad cada año. Este escultor de 73 años movía los bloques de piedra enormes en “La Leyenda” junto con Shimamura Jideo, el seguidor de la dinastía japonesa especializado en la creación de jardines tradicionales. Ellos mismos eligieron e instalaron cada piedra. En Japón a los creadores de jardines se les llama “monjes que negocian con piedras”. El realizado en Penza es solo una prueba más.

Pronto en este lugar habrá un rincón japonés: cerca del jardín de piedras se construirá un centro de cultura de Japón, cerca del lago. Un puente, un río con cascada y la obra más grande de Satoru: una escultura quinética “Biofuente” de acero inoxidable. Cerca del centro cultural plantaron las manzanas de hojas rojas que durante la floración parecen a sakura.

Al volverse a Japón, Satoru recibió una invitación para acceder al cargo de comisario del museo más famoso de Escultura Contemporánea de Metal. Takada visitó los lagos “Chistye” 8 veces. Dice que siente una atracción por este lugar y puede crear aquí como nunca.

El arte y la comunicación con los artistas hicieron cambiar también al mismo fundador de "La Leyenda". Volkov se hizo vegetariano, aprendió inglés, empezó a pintar y bailar salsa. "Algo me molestaba durante toda mi vida. Es muy importante liberar la cabeza a tiempo y encontrar el lugar de fuerza. Ya encontré mi propio lugar de fuerza. Encontramos aquí el fuente de la energía creativa renovable y estamos listos para compartirla".